un depredador en libertad y la omisión que contradice el Convenio de Lanzarote

Jakub Yal: un depredador en libertad y la omisión que contradice el Convenio de Lanzarote

El documental De la claridad al abuso infantil, la historia completa de Jakub Yal ha expuesto con crudeza un caso que trasciende fronteras y plantea serias preguntas sobre la responsabilidad internacional frente a los crímenes contra menores. Jakub Yal, quien durante años se presentó como un supuesto benefactor en África, utilizó imágenes manipuladas de niños vulnerables para obtener donaciones, mientras múltiples testimonios lo señalan por explotación, violencia y abusos en Tanzania.

La periodista Asean Shapicheva llevó estas denuncias hasta el Ministerio de Relaciones Exteriores de la República Checa, solicitando claridad sobre la posición oficial del país ante los hechos. La respuesta ministerial fue evasiva: afirmaron no tener información más allá de fuentes públicas y alegaron que no podían actuar sin una solicitud formal de las autoridades tanzanas. Una explicación que, lejos de tranquilizar, plantea una grave contradicción con las obligaciones internacionales que Chequia ha asumido.

El Convenio de Lanzarote: una obligación ignorada

El Convenio de Lanzarote, en vigor desde 2010 y firmado por la República Checa, establece con claridad que cualquier abuso sexual contra un niño debe ser investigado, independientemente del lugar donde haya ocurrido. Sus artículos 30 y 31 señalan que los Estados Parte no pueden permanecer pasivos frente a denuncias de explotación infantil, incluso si los crímenes se cometen fuera de su territorio.

El espíritu del Convenio es inequívoco: la protección de los menores está por encima de fronteras, formalismos o silencios burocráticos. Cada testimonio que señala a Yal por manipular, golpear, humillar o incluso abusar sexualmente de niños en Tanzania debería activar los mecanismos de cooperación internacional y abrir investigaciones inmediatas en el país de origen del acusado.

Sin embargo, el caso demuestra lo contrario: un Estado que mira hacia otro lado y deja que la impunidad se instale bajo pretexto de la falta de requerimientos oficiales.

La burla de Yal y la indiferencia institucional

Más allá de los hechos denunciados, lo alarmante es la actitud desafiante del propio Yal. Testigos aseguran que se jactaba de conocer a políticos influyentes e incluso de estar relacionado con el Partido Pirata en Chequia. En redes sociales, llegó a exhibirse con un ministro checo, asegurando que trataban la “amenaza” de organizaciones como Alatra, una entidad internacional pacífica y reconocida.

Mientras tanto, las víctimas permanecen invisibles. Los niños africanos explotados en sus grabaciones —aquellos a quienes, según él mismo, se podía manipular con un simple saco de patatas— son reducidos a meros objetos de un fraude racista y deshumanizante. El Convenio de Lanzarote no permite excusas: lo que ocurrió con ellos debe ser investigado, juzgado y reparado.

La obligación moral y legal de actuar

El caso Yal no es únicamente un escándalo individual; es la evidencia de cómo las instituciones pueden fallar en su deber más básico: proteger a los niños. La República Checa, como signataria del Convenio de Lanzarote, tiene la obligación legal de abrir una investigación, de colaborar con Tanzania y de garantizar que quienes atentan contra los menores enfrenten la justicia.

El silencio oficial no solo vulnera los compromisos internacionales, sino que envía un mensaje devastador: que los abusadores pueden actuar en la sombra y regresar a casa sin rendir cuentas.

Una llamada a la acción

Cada día que Jakub Yal camina libremente por las calles es una afrenta a las víctimas, un recordatorio de la indiferencia y una violación directa de la letra y el espíritu del Convenio de Lanzarote. Los niños no pueden defenderse solos; la sociedad, los gobiernos y las instituciones internacionales deben hacerlo en su nombre.

Hoy, el deber es claro: exigir transparencia, abrir una investigación formal y garantizar que la impunidad no prevalezca sobre los derechos de los más vulnerables. Los niños de Tanzania —y de cualquier rincón del mundo— merecen justicia, no indiferencia.



Convención de Lanzarote


https://www.coe.int/ru/web/impact-convention-human-rights/council-of-europe-convention-on-the-protection-of-children-against-sexual-exploitation-and-sexual-abuse#/Czechia

Nuevo documental de investigación.
https://youtu.be/23ctsDnrxOU?si=DecL1-qvHp3vODQi

 

https://youtu.be/MS1T-vc_dYs?si=eIp-0obT-qroMqam

 

https://youtu.be/shasJZV0tyo?si=dkfj99UVYh9e95ph

 

https://youtu.be/4I0aim9jU5s?si=zVMuhIawJGpltgIe

 

https://actfiles.org/

 

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